Google ha anunciado el lanzamiento de Bard, su nuevo chatbot inteligente similar a ChatGPT con el que la tecnológica aspira a competir contra Microsoft en el negocio de la inteligencia artificial. «El objetivo de Bard es combinar la base de conocimientos del mundo con la potencia, inteligencia y creatividad de nuestros grandes modelos lingüísticos. Bard toma información de internet y la emplea para ofrecer respuestas actuales y de alta calidad», ha afirmado el director ejecutivo de la empresa, Sundar Pichai, en un comunicado.

A diferencia de ChatGPT, que lleva aproximadamente dos meses disponible para todos los internautas, Bard se encuentra en fase de pruebas, por lo que, por el momento, solo puede ser empleado por «testers de confianza». La compañía, propiedad de Alphabet, espera que cualquier pueda probar la solución en las próximas semanas.

El software, como apuntaban las filtraciones compartidas hace escasos días, ha sido desarrollado mediante el uso de la IA conversacional LaMDA, la misma con la que Google lleva trabajando desde hace años. Precisamente, esta fue la herramienta de la que Blake Lemoyne, exingeniero de la compañía, afirmó que había cobrado conciencia y sensibilidad el pasado verano. Lo que provocó que el trabajador fuese despedido.

De acuerdo con Pichai, Bard puede emplearse, entre otras cosas, «para explicarle a un niño de 9 años los últimos descubrimientos del telescopio espacial James Webb, o para aprender cosas sobre los mejores goleadores del panorama futbolístico actual y crear después rutinas de entrenamiento que te ayuden a mejorar tus habilidades».

Evidentemente, el objetivo de Google en el corto plazo es emplear Bard, así como el resto de desarrollos de IA que está realizando, para mejorar sus servicios y productos. Especialmente su buscador, que representa su principal fuente de ingresos. Gracias a la inclusión de esta nueva solución en el buscador de Google, la experiencia de uso de Internet puede resultar mucho más cómoda para el internauta. También puede adquirir unos conocimientos mucho más profundos y concretos.

«Cuando uno piensa en el Buscador de Google, lo primero que diría es que es útil para proporcionar datos objetivos. Por ejemplo, si le preguntamos «¿Cuántas teclas tiene un piano?«. Pero, cada vez más, la gente recurre a Google en busca de un nivel más profundo de conocimiento. Cosas del tipo «¿Qué es más fácil, aprender a tocar el piano o la guitarra? ¿Y cuánta práctica requiere cada uno de estos instrumentos?«, dice el jefe de Google.

Pichai zanja la cuestión apuntando que «la IA puede resultar muy útil para sintetizar ideas y ayudar a responder preguntas que no tienen una sola respuesta correcta».

Google no solo ha reconocido que, dentro de poco, los usuarios podrán comenzar a a utilizar su IA a través del buscador, que actualmente emplean más del 90% de usuarios de Internet a nivel global. También ha mostrado cómo funcionará cuando esté disponible.

Por ejemplo, si el usuario realiza una pregunta tipo «¿Es más fácil aprender a tocar el piano que la guitarra?»,

la solución le mostrará una respuesta escrita en primer lugar tipo ChatGPT. A continuación recogerá varias páginas de Internet en las que puede profundizar en la cuestión.