Es difícil, prácticamente imposible, encontrar una saga de libros que haya cosechado durante las últimas décadas un éxito cercano al que logró Harry Potter. La franquicia de corte fantástico protagonizada por ‘el niño que sobrevivió’ lleva creando lectores sin parar desde finales de los noventa. No fueron pocos los que, en la época, incluso fantasearon con la posibilidad de recibir la ansiada invitación para cursar estudios en Hogwarts, la escuela de magos en la que se desarrolla buena parte de la aventura.
Si eres ‘potterhead’, y además te va lo de machacar botones, debes saber que en apenas unos días tu sueño de convertirte en alumno del colegio de magia y hechicería, y de sumergirte de lleno en el mundo de Harry Potter, puede hacerse realidad. Al menos, a través de la pantalla del salón de tu casa. Y es que el próximo 10 de febrero, es decir, este viernes, llega a los estantes de las tiendas el esperado videojuego ‘Hogwarts Legacy‘ en versiones compatibles para PlayStation, Xbox (tanto consolas de presente como de pasada generación) y ordenador. Los de Switch tendrán que esperar hasta el 25 de julio, pero que sepan que también tendrán la oportunidad de jugarlo.
El título, uno de los más esperados del último lustro, tiene una jugabilidad tipo rol y mundo abierto y una duración que, fácilmente, se va por encima de las 80 horas. En ABC llevamos unos días disfrutándolo y, aunque apenas hemos llegado a la decena de horas, tenemos claro que se trata de un título que gustará, y mucho, a los aficionados de la saga. Nunca hubo una forma más efectiva, más allá de los libros, de sumergirse en el fantástico mundo tejido por J. K. Rowling.
La historia principal de ‘Hogwarts Legacy’ se desarrolla en el siglo XIX. El usuario encarna a un joven (o a una joven, en función de los gustos del usuario) que es seleccionado para comenzar a estudiar en Hogwarts en quinto año, es decir, ya crecidito. Durante su viaje a la escuela, acompañado de un profesor que se ha encargado de prepararlo durante el verano, sufre el ataque de un dragón controlado por el elfo renegado Ranrok, líder de un grupo rebelde que detesta a los magos y que es el principal antagonista del videojuego, al menos durante sus primeras horas.
La entrada de nuestro personaje en la escuela de magia parece estar relacionada directamente con la magia antigua, muy poderosa y que, aparentemente, nadie más puede controlar. El objetivo principal de Ranrok en las primeras horas del juego es, precisamente, conocerla mejor para intentar hacer uso de ella.
Durante el tiempo que hemos pasado jugando hemos disfrutado de la aventura, que tiene un ritmo pausado y en la que prima el misterio, algo parecido a lo que ocurre con los libros de Harry Potter. Sin embargo, lo que más nos ha sorprendido, al menos hasta el momento, es el gran trabajo que ha realizado el estudio detrás de la aventura, Avalanche Software, por recrear Hogwarts y el resto de ubicaciones reconocibles de la saga, como el pequeño pueblecito de Hogsmeade.
La escuela de magia y hechicería está repleta de recovecos y cuartos secretos que el usuario puede ir descubriendo poco a poco según avanza en la aventura y es capaz de realizar los hechizos correspondientes. No obstante, desde el primer momento tenemos la sensación de que hay mucho por descubrir si, simplemente, queremos dedicarnos a explorar. Después, según avanzamos, movernos por el gran mundo abierto en el que se desarrolla la acción buscando secundarias y coleccionables casi se convierte en obligatorio si queremos mejorar el equipamiento y las capacidades del personaje jugable.
Avalanche se ha preocupado por poner las bases para que el usuario tenga una experiencia lo más cercana posible a la que tendría un estudiante que acudiese a Hogwarts. Durante el desarrollo de la aventura acudiremos a clases, como Pociones, Defensa contra las artes oscuras, Transformaciones o Herbología, por poner algunos ejemplos. También pasaremos por ese ritual del sombrero seleccionador en el que se decide a qué casa vamos. En nuestro caso, quería mandarnos a Hufflepuff, aunque, finalmente, lo convencimos para acabar en Gryffindor.
Durante la aventura, el estudiante trabará relación con otros estudiantes. El videojuego, incluso, tiene trazas de aventura gráfica en las conversaciones, ya que contamos con diferentes respuestas posibles siempre que hablamos con algún otro alumno o profesor de la escuela.
Quizá en este punto lo que menos nos ha gustado es que no es posible parar en cualquier pasillo de la escuela y comenzar a entablar una conversación con quien pase por ahí. Estamos algo limitados en ese aspecto a los personajes relacionados con la aventura principal y las misiones secundarias, que abundan y hasta el momento no nos están resultando cargantes, aunque sí bastante facilonas.
En las primeras diez horas de juego no hemos tenido ocasión de jugar al quidditch, el popular deporte mágico de la saga. No obstante, no nos cabe duda de que, en algún punto de la aventura, lo practicaremos. Hogsmeade cuenta con una tienda para comprar todo lo necesario y el estadio, a los pies del castillo de Hogwarts, está perfectamente recreado; como la escuela, es prácticamente un calco de lo que vimos en las películas. La música del videojuego, en buena parte, también es la misma.
Los enfrentamientos con varitas son otro de los puntos fuertes de la aventura. Son muy ágiles y obligan al ‘gamer’ a tirar de reflejos. Si andas despistado, es fácil que pierdas. Según vamos aprendiendo hechizos, podemos ir añadiéndolos al arsenal para emplearlos durante los enfrentamientos. También son necesarios a la hora de acceder a determinadas estancias de la escuela y del resto de territorios en los que se desarrolla la aventura.
A nivel técnico el título funciona bastante bien. Los gráficos, en PlayStation 5, se encuentran entre los mejores que hemos visto durante los últimos años. No hay pegas. Sí que nos hemos encontrado con algún bug. En una ocasión, incluso, tuvimos que abandonar una secundaria porque el juego se quedó pillado. Cuando volvimos a probar, no hubo problema y pudimos completar la misión. A pesar de que no hay problemas que dificulten seriamente la jugabilidad, sí que reconocemos que en ocasiones, cuando hay muchos personajes no controlables en pantalla, da la sensación de que todo está un poco cogido con alfileres.
Tampoco nos termina de convencer el que la mayoría de iconos durante las misiones estén reflejados en el mapa, ya que resta mucha dificultad al título y te deja la sensación de que te lo están dando todo muy masticado. Con todo, reconocemos que en caso de que no fuese así, atendiendo a lo enrevesado que es el diseño del castillo, la cosa podría, incluso, complicarse de más.
‘Hogwarts Legacy’ es la experiencia más ambiciosa relacionada con el universo de Harry Potter. Aquí tendrás horas y horas para interactuar de una forma más directa con todo lo referente a la franquicia. La propuesta nos parece, tanto a nivel narrativo como a sonoro y gráfico, sobresaliente. También los combates con varita, vertiginosos.
Si eres fan de la saga, ni lo dudes: es un juego hecho para ti. Aunque ten en cuenta que para completarlo, y exprimirlo, vas a tener que dedicarle fácil un centenar de horas.